Amor a tus espaldas (Sonamy) Capitulo 14

Llegaron a el casillero de Amy y sacaron sus libros, ahora ¿cómo harían? Su peso y el de sus libros ya le parecían un exceso, le pidió que la deje caminar pero al parecer a él le parecía gracioso llevar tanto peso a cuestas ya que cuando le dijo que sería mejor que camine desde ahí hasta el salón, le dijo que no y que no la bajaría. Colocó todos los libros en su maleta, que era ROSADA, se la puso en la espalda y empezaron a caminar. En el trayecto le dijo…

Amy: Sonic, tengo una duda… ¿acaso estás loco?

Sonic: Jajajajaja, ¿por qué lo dices?

Amy: Me llevas por todo el colegio en brazos con una maleta rosa en la espalda, ¿qué más podría pensar?

Sonic: Que soy un buen amigo que no se avergüenza de ayudar a una amiga de la infancia.

Amy: Owww Sonic, eso es tan tierno.

Sonic: No Amy, ya es tarde. Ya me dijiste que soy un loco, no me puedes decir tierno ahora, no no.

Amy: Ay por Dios Sonic Maurice, ¿eres resentido?

Sonic: ¿Tu qué crees?

Amy: Perdóname, por favor. *rogando*

Sonic: No no no Amy, ya es tarde.

Amy: *Abrazándolo del cuello* No Sonic, no por favor, no te molestes conmigo. -Dijo casi llorando-

Sonic: Eres tan dramática, claro que no me moleste, ¿cómo me molestaría contigo? Has hecho más por mí en un día que muchas personas en mucho tiempo.

Amy: *Aún abrazada a su cuello* Eres un tonto, me habías asustado.

Sonic: Lo lamento.

Amy: No te preocupes pero, ¿cómo que he hecho mucho por ti?

Sonic: Claro, me abriste lo ojos acerca de Sally y me haces mejor persona.

Amy: Oh Sonic, eso es tan…

Sonic: También me haces mejor atleta y me ayudas a tener mejor físico.

Amy: Jajajajajajajajajajajajaja ay Sonic, eso es tan bueno de oír, hago muchas cosas buenas en ti.

Sonic: Claro que sí, si sigues cayéndote o teniendo accidentes para el fin de ciclo, tendré mejor cuerpo que un jugador de futbol.

Amy: Jajajajajaja, eso es cierto, ¿sabes cómo puedes hacer más ejercicio? 

Sonic: ¿Cómo? 

Amy: ¡CORRIENDO! Solo nos quedan 3 minutos para llegar a clase y estamos lejos.

Sonic: Esta bien, sujétate, ahí voy.

Empezó a correr y ella seguía abrazada de su cuello y en sus brazos, ¿algo más perfecto? Estaba dando saltitos sobre el pecho del chico de sus sueños debido a la rapidez de sus pasos, llegaron a clase a tiempo y se sentaron. Antes de que algo llegue a pasar, Sonic acomodó perfectamente las piernas de Amy sobre las de él, el resto del día pasó demasiado rápido, hablaron de la escuela, algunas bromas, no lo había visto morder sus labios o su lápiz de nuevo, tampoco menciono nada sobre ese favor, ni sobre su venganza. ¿Qué estaría planeando? Su paciencia se agotaba. Más rápido de lo que pensó, la sirena de fin de clases sonó, Sonic la levantó de nuevo y Amy le ordeno…

Amy: Llévame a mi casillero.

Sonic: ¡Wow! ¿Qué le paso a la chica que se resistía a ser cargada? ¿Que le paso?

Amy: Es que, ya me estoy acostumbrando y solo lo hago para poder dejar mis libros y tengas menos peso encima.

Sonic: Esta bien, vámonos.

Llegaron al casillero de Amy y dejo todo el peso posible, es más, solo llevo su cuaderno de historia porque tenían tarea y dejo el resto. Empezaron a bajar los escalones para salir del colegio y sintió como todos la miraban, al parecer Sonic notó su incomodidad pues le dijo…

Sonic: Sé que esto puede ser algo vergonzoso pero vamos pequeña, lo hago por tu bien y aparte, míralo por el lado divertido y bueno, llegarás hasta tu casa sin estar cansada y si no quieres sentir esas miradas tan indiscretas te puedes esconder en mi hombro, no me molestará.

Amy: Muchas gracias Sonic -Dijo obedeciendo y ocultándose en su hombro-

Empezó a caminar y por cada cierto espacio de camino sentía un pequeño salto que le hacía posicionarse de nuevo correctamente en los brazos de Sonic. Seguía escondida en su hombro y sintiendo su aroma cuando noto que ya iban caminando mucho así que dijo…

Amy: Sonic, ¿a dónde vamos? Ya bájame para tomar un taxi.

Sonic: No, te llevaré hasta tu casa.

Amy: No seas ridículo, déjame ir en taxi.

Sonic: No, no te irás sola.

Amy: Entonces vamos en el taxi.

Sonic: No, no tengo dinero.

Amy: Yo sí.

Sonic: No dejaré que pagues.

Amy: Pero, ¿por qué? Es el camino a mi casa, yo debo pagar.

Sonic: No, claro que no. Yo soy el hombre y debería pagar, si no puedo hacerlo te llevaré de la forma más cómoda y segura posible, vamos que lo hago todo por ti pequeña y ya deja de quejarte que te pones más pesada -Dijo en tono sarcástico-

Amy: *Resignándose* Sonic, eso es tan tierno, está bien, llévame a casa así pero no será mi culpa si tienes algún problema luego.

Volvió a apoyarse en su hombro y sentía como iban avanzando, todo tan perfecto y de la nada el estalló en risas, Amy saco su cabeza para ver de qué se trataba y lo descubrió más rápido de lo que creyó…

Amy: No es gracioso Sonic.

Sonic: ¡Claro que lo es!

Amy: A mí me trae malos recuerdos.

Sonic: Vamos Amy, solo es un charco.

Amy: Sí, en el que casi me empapo completa.

Sonic: ¡Y ESE ES EL LADO GRACIOSO!

Amy: No te rías que me enfadaré.

Sonic: Esta bien. -Dijo avanzando-

Amy: Vamos, este maldito charco significa que estamos cerca.

Sonic: Sí y espero que al llegar al menos me invites un vaso de agua.

Amy: Jajajajaja, claro que sí.

Sonic: Sí, con todo lo que estoy sudando me voy a deshidratar.

Amy: Sí, claro que sé que estas sudando, lo siento en mis brazos.

Sonic: Jajajajaja, es cierto, te estás bañando en mi sudor.

Extrañamente no le daba asco, es más, le encantaba la idea de poder oler a Sonic. Siguieron caminando y pasaron la reja de la residencial, antes de lo pensando llegaron a la casa de Amy. Ingresaron, charlaron de muchas cosas mientras le servía su vaso de agua, VASOS DE AGUA, parecía que se tomaría un galón aunque tenía que aceptarlo, el chico se había esforzado mucho físicamente. Estaban pasando un gran rato cuando él dijo algo que la dejó helada…

Sonic: Y… este, pequeña, ¿me dejarías ver tu pintura?

Amy: ¿Mi pintura? ¿P-Para qué? -Pregunto temerosa-

Sonic: Para ver de nuevo al chico, aún sigo demasiado convencido de que se parece mucho a mí.

Amy: Hay Sonic no fastidies, el taller está cerrado, más bien vete, tengo que hacer tarea.

Sonic: Amy Rose, ¿me estas botando?

Amy: Perdóname, pero sí. -Dijo empujándolo hacia la puerta-

Sonic: Me las pagarás, ya vienen dos venganzas y un favor.

Amy: Esta bien, está bien, adiós.

Sonic: Adiós, me las pagarás.

El chico de sus pinturas atravesó la puerta y se fue, gracias a su idea de botarlo con la excusa de la tarea se salvo de tener que enseñarle su cuadro. La tarde pasó rápido, hizo sus deberes, escucho un poco de música, entro a internet, twitter, facebook, un día normal aunque este día, en la gran mayoría del tiempo estuvo pensando en Sonic. Antes de lo pensado llegó la noche y decidió ir a descansar, se puso su pijama y se fue a dormir. Con la casaca de Sonic, claro, quería otro sueño más como el de esa noche y al parecer la casaca de Sonic era la clave. Se acostó acurrucando esa perfecta prenda de vestir y se sumió en un profundo sueño que fue interrumpido por un susto muy grande, alguien había entrado por su balcón sin previo aviso. Una persona en shorts deportivos, muy sudado y un polo manga cero que lo hacía ver demasiado sexy, antes de poder gritar del susto ese chico se abalanzó sobre ella y le tapo los labios con las manos para decir…

Sonic: No grites, no grites Amy. Soy yo, Sonic.

Amy: *susurrando* ¿Sonic? Que haces aquí a las *mirando el reloj en su pared* ¡12:30 am! ¿ESTAS LOCO?

Sonic: No, claro que no, es que tenemos un problema.

Aún no sabía de que se trataba pero ya estaba sudando, tenía al chico de sus sueños en frente de ella vestido de la manera más sexy que le haya visto mirándola a los ojos. ¿Qué problema sería? Tenerlo tan cerca la hacía estremecer, todo parecía un sueño, ¿o tal vez sería una de sus alucinaciones gracias a esa perfecta casaca? Pero, parecía tan real, ya no sabía que pensar.

CONTINUARA…